
viernes, 17 de julio de 2009
lunes, 29 de junio de 2009
sábado, 27 de junio de 2009
miércoles, 17 de junio de 2009
domingo, 26 de abril de 2009
Buen-Amante-Corazón-de-otra
lunes, 20 de abril de 2009
domingo, 19 de abril de 2009
Esta-Historia
jueves, 19 de marzo de 2009
Don Ad-ventus quien en sus cuadernos dibujaba, Aeroplanos-barcos-naves- trenes-carreteras-mares-cielos-ciudades, se levanto de su mesa y contesto el teléfono.
Angustia-existencial a quien los monstruos de la razón no lo dejaban dormir por las noches, agarró su chaqueta preferida, y se fue a dar un paseo por la ciudad, llovía, eso a él no le importo.
DO-RE-MI fue en busca de una melodía.
Locura-de-amor no recordaba donde había dejado su corazón TU-RI-RU-RI.
(La ciudad ese día había sido pintada por un niño terrible).
Angustia-Existencial anduvo por calles silenciosas, perdiéndose en laberintos de colores opacos.
A X no se le hacía fácil en su cuarto, que parecía la azotea habitada por algún aficionado astrónomo, equilibrar triángulos, circunferencias, tangentes y secantes.
Dulce-Persona se dio cuenta que lo que ella buscaba realmente era un fiel compañero, no un amorío de tarjetas postales.
DO-RE-MI se sumergió en la vida.
Locura-de-Amor comenzó a buscar su corazón TU-RI-RU-RI en las cartas que solía escribirles a sus enamorados...
Enamorado Nº 1.
El Gato Micifuz era Carismático, simpático y de lo más Trepador. Trepaba árboles, murallas y lo que tuviera a su alcance.
Enamorado Nº 2
Siempre-Dispuesto recibía las misivas explosivas de Locura-de-Amor con la esperanza de que alguna de ella no hablará de otros amores, mas lo que no sabía Siempre-Dispuesto es que Locura-de Amor le escribía esas cartas, sin ningún resultado por lo demás, para que él se pusiera celoso (prueba ello de un gran amor).
Fiel-Compañero había muerto en el último libro decimonónico. Dulce-Persona aún no lo sabía ¿Alguien le daría aquella triste noticia?
Bajo-el-signo-de-Saturno recordaba aún la gama del amarillo que, siempre desde los marrones relacionados con la tierra hasta el amarillo puro relacionado con el sol, a la luz de la cerilla de sus fósforos cada vez que encendía un cigarrillo, tres o cuatro, según su necesidad de olvido, lo remontaban a la más dulce y tierna infancia. Lo demás era a bocanadas, la práctica inútil de poner el futuro en una brasa, arrojarlo al vacío o a un cenicero.